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La niña Lana

La niña Lana

Título del poema: La niña Lana ©
Título del dibujo: La niña Lana (Tinta sobre papel) ©
@mendezisabela

 

Cuando fui ovillo

Mujer Ovillo

Yo soñé que mi cuerpo era un ovillo, mi corazón de lana, mis venas de estambre, mis brazos de hilo, mis pies de algodón.

En medio de la noche me despertó un pinchazo como de aguja y vi que el mundo estaba tejido: La gente, la hierba, las cosas. Los sauces lloraban trenzas, la luna hilaba su luz.

Bordó mi hálito la incertidumbre, si el mundo era de aquellas fibras, ¿se encogería cuando arribara la lluvia?, ¡quedaríamos anudados, en un núcleo compacto, respirando un olor a costurero!.

Han pasado las horas, poco a poco todo ha vuelto a ser de materiales diversos: metal, madera, plástico, concreto, arcilla….

Yo, que de nuevo soy de piel, busco sin embargo, tejer mi camino.

 

Este cuento de mi autoría, fue publicado el día 15/04/2012 en el blog de microliteratura «Sea breve, por favor«
Título del cuento: Cuando fui ovillo ©
Título del dibujo: Mujer ovillo (Técnica mixta) ©
@mendezisabela

 

Tras los ojos

Si tiemblan tus manos ¿cómo dejarte partir?,  me quedaría a tu lado abrazándote. Cuando estuvieras sereno te acompañaría hasta el dintel de la puerta y te ayudaría encorvarte lo justo para que entraras en la casa de los sueños. Pero si hiciera eso, el resto de los viajeros quedarían estancados y, tampoco tendría la garantía de que una vez acunado por mí, quisieras o pudieras marcharte.

Tuve que llevarte hasta la entrada de la cabañita e ir por el siguiente viajero.

¿Sentiste a las dos musas que allí estaban para conducirte hasta ti?

¿Pudiste aceptar la venda en tus ojos, o fue demasiado grande el paisaje que contemplaste en tu interior y tuviste que ver hacia afuera?

¡Es enorme el desafío! En ese pequeño trecho proponemos penumbras, mujeres que hilan a ciegas, tejen la paciencia, junto a un perro tendido que solo con “ser” pronuncia un discurso poderoso. Luego la casita con sus tejas de papel y paredes de tela simulando un barco de vela que zarpa hacia aguas internas, surgidas al tapar los ojos.

El viaje de los poros, que de pronto perciben lo de siempre como un hallazgo, roces humanos y vegetales, tierra y objetos sepultados en la memoria común. Los olores de una cocina, las charlas a media voz entre cortes de alimentos, sonidos de cascadas leves, sopa, saludos, una canción de cumpleaños.

Sobrevienen pasos, una melodía y un piano. A ciegas, todos bailan, la pianista dibuja su vida sobre el piano, yo canto la mía a su lado. Al final, se descorre la venda y un mundo de ropa tendida recibe al viajero. Muebles fantásticos, vasijas, garrafones, y la abuela que reparte tisana para calentar las manos y saborear lo mucho que se ha recorrido. La tejedora ciega junto a otras mujeres, musitan algunos acentos extranjeros y sin embargo cercanos. Al final, papel y lápiz para dejar vestigio de lo indescifrable y un eco que se aleja.

Título del escrito: Tras los ojos © ®
Título del dibujo: Magia (Técnica mixta) © ®
Dibujo y escrito por Isabela Méndez ®

Dedicado a los compañeros que participaron en “EL PRIMER BALL” y a “EL TEATRO DE LOS SENTIDOS”. También a los viajeros que pasaron por nuestro laberinto.

Hacer teatro y poesía con el otro, y encontrar paisajes en la ceguera es un regalo.

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