El terrible peso de una pluma
Paseaba la mujer por la playa y se encontró sobre la arena una pluma, la agarró y la colocó en su sombrero.
Abrió su toalla y se acostó a tomar sol.
Al rato, un ave que volaba por allí, se quedó mirándole el sobrero. La mujer sintió pánico, después de que el ave entre silbidos le dijera: – ¡Muy bonito, llevas una pluma mía y por ninguna parte me citas!! No te asustes, no te la voy a quitar, únicamente te pido que luego la uses para escribir sobre nuestro encuentro.-
Los nervios invadieron a la mujer. Corrió a casa, escribió sobre el episodio con la pluma y me pidió que lo publicara en mi blog, bajo el título: “El terrible peso de una pluma” por: Una Asustada Anónima y El Ave de paso.
Título del escrito: El terrible peso de una pluma ©
Título del dibujo: Reclamación de derechos de autor © ® (lápiz sobre papel)
Dibujo y escrito de Isabela Méndez
Delicioso mordisco que me trae recuerdos de Borges y sus laberintos.
Un abrazo,
Jenifer