Sombra

La sombra es la oportunidad que tenemos de saber que hay luz en el camino.
Nuestra sombra no se avergüenza de nosotros, nos lleva con orgullo, sabe que es nuestra carne la que da cabida a su cuerpo etéreo, va a nuestro ritmo, no se queja y nos quiere vivos para seguir existiendo.
Al apagar la luz nuestra sombra crece, se propaga, da rienda suelta a sus seres de café sin leche, sus gnomos de aliento a madera. Ella duerme en nuestra realidad y vive en su propio sueño, es amiga de la noche, hija del sol, hermana de nuestras huellas, amor de nuestros insomnios, amante de nuestra impaciencia.
Nuestra sombra nos cobija sin pedir que cambiemos, nos mira con ternura y sigue a nuestro lado aunque nos sintamos desmembrados.

Hoy, en esta hora de sal, en este momento de miel que se ha secado, que se prolonga hasta el hastío y que late en mis pezones. En este momento de hombres marchitos y mujeres sin nombre, una sonrisa me nace del ombligo y se trepa hasta mis ojos, porque estoy entendiendo que mi sombra es mi maestro.
Aún no puedo declarar este noviazgo, pero puedo vislumbrar el romance, romance de mi sol con mi luna, de mi cordura con mi demencia, del silencio que guardan mis pasos y el cántico que entonan mis pestañas.
Amaré a mi sombra… y luego seré libre para amar a la mujer que soy, al hombre que llevo en las rodillas, al niño que siempre doy a luz, al caracol que duerme entre mi boca.

María Isabella Méndez,
Isabela, Maibe o la carne de mi sombra.

30 de noviembre de 2001

Autora del escrito y el dibujo: Isabela Méndez © ®
Dibujo: Tinta sobre papel. De la serie de Nueva York ®

4 comentarios para “Sombra”

  • Yo, a penas a veces, he podido sacar a bailar algún personaje de mi sombra, para descubrir que no era para temerle tanto… sin embargo, muchos momentos de ese «romance» me resultan tormentosos y dolorosos…

    Al final, coincido contigo, querida amiga, compañera de luces y sombras: si hay sombra, es porque hay luz…

    Y cómo disfrutamos la sombra de un árbol, cuando la luz es tanta que quema!

    La sombra a veces no es más que un espacio tranquilo que nos da cobijo.

    Gracias por tus imágenes que nos permiten seguir dialogando…

    Un abrazo!
    Daniela
    PD: Leila, aunque no te conozco, también me interesa el poema! un saludo!!

  • Neritza:

    Me encantan las imágenes! Yo tampoco puedo declarar ese noviazgo, ni siquiera vislumbro el romance, sólo en sueños se me revela la espera de la posibilidad… pero estamos en ello querida. Gracias por tus palabras.

  • Leila:

    Que importante es ese diálogo con nuestra sombra! saber que existe que está allí, y que ignorarla es desmenbrarnos de una parte de lo que nos constituye!!

    Y qué dificil es lograr describirla poéticamente, sin embargo lo logras y cómo!

    Dios te guarde, te quiero

    PD: Te enviaré un poema de Rafael Cadenas sorbre el tema, es muy profundo también

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