Travesía de alto riesgo

Malena se había hecho  un moño prolijo, del que no escapaba ni un solo crespo. Sobre el sillón estaba su valija, llena de ropa combinada, todo estaba previsto: sombreros, viseras, pareos, faldas, camisetas, algún abrigo, sandalias, ropa interior, bañadores y cremas para el cuerpo y la cara.

-¡Me voy!, dijo Malena y ante la mirada estupefacta de todos se quitó la ropa y soltó su cabello. – No quiero móviles, ni ropa de marca, ni sujetadores con varilla, ni tintes para el cabello, ni televisión, ni conversaciones vanas. Me voy con la luna dormida en su blanca alegría, entre nubes.

Desnuda, con el cabello dibujando mil redes que se abrían en el espacio, Malena se metió entre las sábanas, dejó caer los párpados y durante  un par de días no emitió palabras, apenas alguna tímida carcajada o gemido.

Sus ojos llenaron de curiosidad a la familia pues aunque herméticos, parecían avizorar un mundo de cosas.  

Cuando Malena abrió los ojos, estaba radiante, su mirada era como un amanecer y al posarla sobre la gente, producía  la imperiosa necesidad de despertar.

Despertar de la apatía, del automatismo, de los ritmos vertiginosos y obscenos de la vida moderna, despertar hacia dentro.

Los miembros de aquella familia desde entonces fueron calificados de: raros, extravagantes, ridículos y anticuados, pues al ver lo que había ocurrido a Malena, cambiaron los paseos a exóticos lugares los fines de semana, por la aventura de viajar hacia dentro.

Cada cual se va a su pieza, cierra los ojos y en silencio dedica unas horas a la travesía interior. Se hacen preguntas a sí mismos, lloran y ríen, mientras realizan el deporte de más alto riesgo, el de enfrentar sus miedos y apropiarse de sus más elevados sueños.

Por esas horas no hay tecnología que distraiga, ni música estridente, ni artificios para estar bellos, ni normas para expresarse, ni límites para imaginar.

El resto de la semana, leales a su nueva manera de ver la realidad, visten a su antojo, usan poco el móvil, no ven casi la televisión, y los que ya son mayores llevan el pelo canoso.

Existe mucha gente como Malena y su familia.

Si ves a una mujer que no se tiñe el pelo, no pienses que la pobre está descuidada. Sugiero que por el contrario, adviertas que es más libre. No gasta tantas horas y dinero en productos tóxicos y ha hecho las paces con las leyes naturales del tiempo.

“El globo más potente, está en tu mente”

“Solo en el silencio interior podemos escuchar lo que somos. Y de allí brota el más valiente de los cánticos”.

Escrito y dibujo: Isabela Méndez  ©
Nombre del dibujo: Malena en su globo ®
Técnica: acuarela, lápiz y tinta sobre papel.

5 comentarios para “Travesía de alto riesgo”

  • Pedro:

    Sabiduría pura, cayó como anillo al dedo la tarde de hoy, besos!

  • Margot Arèvalo:

    Princesa gracias por invitarme a pasear por esta magia maravillosa. Vivo en ese transitar hacia adentro. Desde alli canto y sueño, desde allì fabrico y tejo las redes màs firmes para encerrar mis recuerdos, que a veces quieren ir a visitar el olvido.

    Mi profunda admiraciòn, gratitud y paz para ti. Sigue adelante Princesa dando al mundo las pinceladas de amor en todo lo que haces, sigue crecièndote en los escenarios que se llenan de magia con tu presencia, sigue alimentando el sonido del Universo con las màgicas y dulces notas de tu voz. Continùa alimentàndonos el alma. te quiero mucho hija. Besos de Luz.

    Quiero compartir contigo un escrito mìo que fue publicado en el Blog del Laboratorio de Neurociencias de la Universidad del Zulia, hace dos dìas esta es la direcciòn: web.me.com/neurolab/Neurolab/Neuroblog/Neuroblog.html

    Te abrazo y Bendigo en la Luz que Yo Soy!

  • Iris:

    Excelente trabajo amiga, de una gran sensibilidad, CONGRATULATION!!!, besos y abrazos

  • Marisabela:

    Que bello tu escrito y que bello lo que te escribió Ignacio,simplemente me suscribo a todo lo que dice de tí y tu magia.
    Te amo. tu mami

  • Ignacio Izcaray:

    ISABELLA es una prueba viviente de que el Universo es perfecto. Su talento nos reconcilia con la vida, con la raza humana, con la inteligencia y la sensibilidad más pura. Su versatilidad casi ofende en un mundo cada vez más chato y sin imaginación.
    El Mundo interior de Isabella es tan bello y tan mágico, que perfuma todo lo que se le acerca o la rodea. Contagia su belleza al mundo exterior, a la gente, al viento. ISABELLA es un ataque masivo de belleza que explota al mundo cada vez que nos cuenta una historia

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