La pequeña mentira

Consuelo. Isabela Méndez

La estreché, cobijé su angustia, sentí como su cuerpo se encogía. Ella ahogaba sus alaridos, no articulaba palabras. Yo no podía ser su madre, éramos contemporáneas, pero por instantes fue mi niña, una fiera reducida por el miedo. Tuvo terror al ver que su propio poder la había encarcelado. Cuando pudo hablar, dijo:
—¡He mentido, he mentido! —Y lloró con lágrimas de barro, de arena y trigo—. Mi mentira es pequeña y al mismo tiempo es una fosa profunda, en la que caigo cada vez que la recuerdo. Creo que los demás lo adivinan. Mi mentira me ha dejado tan desnuda ante mí, una vez que la conciencia me alcanzó, que se ha tornado en una gruesa capa de frío, y no hay lana que me dé calor. Es tonta mi mentira, pero me quita espacio, me hace dudar de mi verdad, de mis certezas.

Durante un largo rato la acuné. Luego lloré con ella, pensé en mis propias mentiras, las que me he dicho, las que han sido zancadillas para mis pasos. Le dije:
—Yo también he mentido.

Éramos espejos, vernos reflejadas nos hizo gracia, el llanto se volvió sonrisa, nos fuimos calmando. Nos abrazamos, ninguna dijo nada más. Tras separarnos, ambas caminamos liberadas.

Título del relato: La pequeña mentira ©
Título del dibujo: Consuelo (Técnica mixta) ©
Autora del relato y dibujo: Isabela Méndez
@mendezisabela

 

Deja un comentario

Visita mi Web!
Imagen_web