Cuando fui ovillo

Mujer Ovillo

Yo soñé que mi cuerpo era un ovillo, mi corazón de lana, mis venas de estambre, mis brazos de hilo, mis pies de algodón.

En medio de la noche me despertó un pinchazo como de aguja y vi que el mundo estaba tejido: La gente, la hierba, las cosas. Los sauces lloraban trenzas, la luna hilaba su luz.

Bordó mi hálito la incertidumbre, si el mundo era de aquellas fibras, ¿se encogería cuando arribara la lluvia?, ¡quedaríamos anudados, en un núcleo compacto, respirando un olor a costurero!.

Han pasado las horas, poco a poco todo ha vuelto a ser de materiales diversos: metal, madera, plástico, concreto, arcilla….

Yo, que de nuevo soy de piel, busco sin embargo, tejer mi camino.

 

Este cuento de mi autoría, fue publicado el día 15/04/2012 en el blog de microliteratura «Sea breve, por favor«
Título del cuento: Cuando fui ovillo ©
Título del dibujo: Mujer ovillo (Técnica mixta) ©
@mendezisabela

 

2 comentarios para “Cuando fui ovillo”

  • Carola gracias por seguirme el hilo y tejer tu cuento. ¡Me alegró mucho leerte!
    Tengo la certeza de que estamos tejidos, y cada vínculo es un puente, un lazo.
    Sigamos haciendo de las madejas una frazada y si aparecen los nudos aprovechemos para desenredarlos con cariño.
    ¡Besos!

  • Un día soñamos que no erámos tejidos, el mundo se creyó de diferentes materiales: el metal se creyó metal y la madera vio que no hablaba su lengua. Cuando despertamos, seguimos tejiendo.
    =)

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